Hecha la aclaración previa, hasta donde yo sé los tulipanes son flores de la abuela por lo que cariñosamente recordó un amigo de su abuelo,que era fanático de estas plantas, solía cultivarlas y tener una colección, aquí en Buenos Aires. No sé realmente si preparaba los bulbos importados o cómo hacía para que florecieran, mi amigo tampóco supo contarme esta historia.
Por otro lado, un amigo navegante, que ahora está cerca de los 80 años, me contó que cada vez que iba a Holanda traía tulipanes para su amada esposa pero nunca pudo hacer que florecieran.
Para mi es claro el problema que el navegante tenía: la contra-estación en el hemisferio Sur. Los bulbos holandeses tienen su fisiología preparada para la primavera del hemisferio Norte, cuando llegan aquí no encuentran las temperaturas adecuadas para florecer. Él los compraba apurado y sin saber mucho, por eso no tuvo suerte.
¿Entonces cómo es que ahora tenemos tulipanes en primavera en el hemisferio Sur? La tarea que llevan a cabo los productores de la patagonia se llama “engorde”, compran los “bulbos semilla” (los que se usaron para dar flores en Holanda, por ejemplo) se les hace un tratamiento de temperatura para que generen bulbillos nuevos y esos hijos ya están listos fisiológicamente para el ciclo en el hemisferio sur.
Mi experiancia con los tulipanes:
Adquiero los bulbos de tulipanes de una pequeña productora del Bolsón. La cosecha la hace en Febrero asi que muchas veces ya los tengo conmigo a fines de ese mes o en marzo. Los dejo en el cajón de las verduras de la heladera hasta mayo y los planto a mediados de mayo. De esa forma consigo que las varas florales sean bastante altas. En cuanto a la profundidad de la plantación los tapo con la misma cantidad de tierra que altura tiene el bulbo desde la punta hasta la base. En cuanto a la mezcla de suelo, les preparo un colchón de unos 5cm. espesor de arena mezclada con turba y tierra común de jardín, en una proporción 3-1-2 y ahí deposito los bulbos.
La siguiente presentación es sobre mi historia con los tulipanes, empezando por comprarlos en maceta en el supermercado hasta tener ese pequeño rincón hecho con bulbos de la Patagonia.