Historias de jardines y plantas de la niñez, que con tanto cariño y felicidad guardamos en un rincón especial de la memoria.
miércoles, 31 de agosto de 2011
lunes, 29 de agosto de 2011
El jardín de una hechicera.
Mi hermosa hermana me sugirió que viera el jardín de Tasha Tudor.
jueves, 25 de agosto de 2011
Romanticismo en invierno
Ver las rosas flores de los durazneros siempre me lleva a recordar los cuentos de hadas y princesas de la niñez. Son tan delicadas y fe
meninas que así puedo entender por qué a las bebés se las identifica con ese color tan romántico.
lunes, 15 de agosto de 2011
Narcisos se asoman a la primavera
lunes, 8 de agosto de 2011
Palmeras de Sudamérica
Palmeras
Las palmeras me remiten a lugares exóticos y no sé por qué me quedó esa imágen de la isla desierta y paradisiáca a la que pertenecen las Palmas. La realidad es que en Sudamérica tenemos la suerte de tener varias especies de palmeras resistentes a los frío de clima continetal. Aunque no conozco personalemte los palmares del litoral cuando pienso en palmeras de la Argentina recuerdo a las Yatay.
Y me río de mi misma con la relación que hago inmediatamente que es el barrio de Almagro y su calle con ese nombre conmemorando alguna batalla de hace mucho tiempo ocurrida cerca del palmar de Colón, el lugar de mayor concentración monoespecífica de esta palmera.
Busqué leyendas sobre el origen de estas palmeras porque naturalmente están distribuídas sobre las márgenes del río Uruguay en un espacio relativamente acotado. Y encontré el relato que los alumnos de la Escuela Nº 67 "Las Malvinas" del Palmar Argentina. También otra leyenda pero del otro márgen del río, del lado Uruguayo . La argentina se llama “La leyenda del palmar” y la uruguaya “Butia Yatay”.
" La Leyenda del Palmar"
Estos pueblos estaban en continuas luchas por el alimento que les daba la naturaleza a orillas del "Río de los Pájaros", como por ejemplo: animales, frutos del monte y peces del río. A los dos indiecitos les gustaba pasear por el monte, hasta que un día se encontraron y desde ahí, comenzaron a encontrarse todos los días a escondidas de sus tribus, que seguro estarían en desacuerdo con su amor. Siempre que estaban en peligro de ser descubiertos, aparecía un zorro o un carpincho que les avisaba con sus gritos, entonces, ellos se escondían.Un día, sentados bajo un viejo y sabio árbol, escucharon sus consejos: "Váyanse, váyanse muy lejos, donde nadie los encuentre y formen su propia tribu". Los jóvenes siguieron su consejo. Volvieron cada uno a su tribu y cuando todos dormían, aprovecharon a escaparse y con ellos llevaron una bolsa llena de frutos anaranjados y dulces, que llamaban "yatay" para comer en el camino.
Uno de los integrantes de la tribu Sauce, llamado Ceibo, lanzó contra ellos su lanza, que rompió la bolsa de "yatay". Estos frutos fueron cayendo, hasta no quedar ninguno. Los indiecitos siguieron corriendo, pero los guerreros se cansaron y regresaron a sus tribus. FIN | “Butia Yatay” Se cuenta que una vez hace mucho, muchísimo tiempo, antes de la llegada de los colonizadores a nuestras tierras, vivía junto a las costas de la laguna Negra una tribu guaraní, la cual se mantenía de la caza y de la pesca. En esta tribu habitaba un muchachito llamado Butiá Yatay.
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Las palmeras no son un recuerdo de los jardines de mis abuelas pero estoy segura de que muchos tienen imágenes como nietos en algún patio con una gran palmera. El blog en el que encontré la leyenda uruguaya tenía también publicado este pequeño documental que me convenció completamente de que las palmeras son de las abuelas.
La página oficial del Parque Nacional del Palmar de Colón, está incompleta, por eso les paso el link de una página turística con buena información sobre las palmeras y el parque.
Saludos y que disfruten de las palmeras!